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Nacimiento

Pícaro Sileno, nace como una marca enfocada en proveer vino a todas las personas que quieran comprender los sabores del nectar divino. Ubicados en la ciudad de Resistencia y con sucursal en la ciudad de General José de San Martín  Chaco, nos vimos en el compromiso de acercar el vino puntos estratégicos en los bares, restaurantes, y mesas de muchas personas que han puesto su confianza en nosotros siempre con actitud positiva. Así, llego la hora y abrimos nuestra tienda virtual. Nuestra meta, es poder ofrecer a los consumidores una experiencia única, sencilla, rápida y divertida. Dale animáte y visita nuestra tienda y disfruta de un buen vino estés donde estés!  

Mitología del Dios del Vino

                      Sileno, la cautivante figura de la mitología helena, emerge de las páginas de los relatos antiguos. En la cúspide del Olimpo, el supremo Zeus, soberano de los dioses, encomendó a Hermes, el diligente mensajero divino, la tutela de su vástago Dionisio. Hermes, tejedor de hazañas, libró al joven dios de los siniestros designios de Hera. En las recónditas sendas del valle de Niza, los sátiros avistaron a Dionisio, errabundo y solo, envuelto en su enigmática aura.

                      En el tejido mitológico griego, Sileno, un sátiro primordial, forjó su destino como el preceptor consagrado y fiel camarada de Dionisio, la deidad del néctar embriagador. Sileno, el más anciano, sabio y experimentado de los sátiros, prontamente se sintió arrebatado por el encanto inefable de Dionisio. Con maestría pícara y virtuosa, Sileno asumió el papel de guía y educador del joven dios, inculcando en él los secretos de la naturaleza y las artes.

                      La encomiable labor de Sileno consistió en descubrir a Dionisio las multifacéticas dimensiones de su ser  divino, desde el donante de alegría y éxtasis hasta el desencadenante de caos y delirio. Con paciencia filosófica, Sileno acompañó a Dionisio en el viaje de autodescubrimiento, enseñándole a abrazar y festejar cada matiz de su esencia divina.

Las profundidades de la naturaleza eran el sagrado territorio de Dionisio, donde hallaba solaz en sus momentos de ocio, explorando la riqueza de la tierra y el cielo.                     

                     

Sileno sosteniendo a Dionisio

Misión

La misión de Dionisio trascendió los límites celestiales, deseando que mortales y humanos compartieran en la embriaguez del vino: sus sabores agridulces, sus efectos ensoñadores. No obstante, esta ofrenda divina venía anexa a un deber y un riesgo. Descendiendo a la Tierra, Dionisio escogió un rincón bañado en sol y fértil, donde plantó las primeras vides. Así, obsequió a la humanidad el elixir dorado, instruyendo a hombres y mujeres en el arte de la viticultura, desde el cuidado de las plantas hasta la delicada cosecha de la fruta. El proceso mágico de la transformación del jugo de uva en el néctar escarlata dejó a todos maravillados. De esta hermosa historia de la mitología nació el nombre de nuestra marca Pícaro Sileno.

Visión

Así como Sileno orientó a Dionisio, nace Pícaro Sileno, imbuido en la misión de desvelar las diversas facetas del vino a todo aquel que ansíe comprenderlo. La esencia de la marca reside en guiar a los neófitos en sus primeras degustaciones, fomentando el entendimiento de que lo desconocido no es necesariamente maligno, y que incluso lo adverso puede provenir de lo divino.

Dionisio Dios del Vino
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